¡Bienvenidos a Pittsburgh, la Ciudad del Acero! Apostamos a que si conoces este lugar probablemente no sea por su rica industria acerera ni por ser la segunda ciudad más grande de Pennsylvania. Si este nombre te suena seguramente sea gracias a uno de los personajes más curiosos y originales de la historia del arte: al archiconocido Andy Warhol.
Pittsburgh es muchas cosas: hermosos paisajes, rascacielos de película, curiosos puentes, pero, ante todo y sobre todo, Pittsburgh es el símbolo del progreso. Una ciudad tremendamente pobre que, hoy en día, moderna y atractiva regala al visitante la mejor propuesta mundial para conocer el pop art en estado puro.
No podría ser de otro modo cuando esta fue precisamente la ciudad que vio nacer al diseñador. Desde 1994 se ubica aquí un museo enorme que muestra al mundo la obra del artista natal. Un lugar que se ha convertido en un punto turístico imprescindible para los viajeros que pasan por aquí. Su extensión e importancia es tanta que se le considera el museo más grande de Estados Unidos dedicado a un solo artista. Seguro que te apetece dar un paseo por sus instalaciones.

La mitomanía se hace arte en el museo de Andy Warhol en Pensylvania
Aquí podrás observar el fenómeno de la mitomanía hecho arte y empaparte de cada una de las obras que dieron nombre al popular movimiento pop art fundado por Warhol. Los botes de sopa Campbell y el rostro de Marilyn son las estrellas del museo pero hay mucho más por descubrir. Elvis, Marlon Brandon, Jacqueline Onassis, las botas de los Beatles,… Aquí no hay espacio para el aburrimiento. Cada paso es una sorpresa.
A través de exposiciones permanentes y otras muestras temporales el visitante podrá ir metiéndose poco a poco en el mundo de color de Warhol y, descubrir además el plano más personal del diseñador a través de vitrinas que muestran fotografías de su infancia y vida adulta, postales escritas por él, cartas recibidas, etc. Los vídeos completaran nuestra idea sobre el perfil más intimo de Warhol. En ellos podrás visionar la casa natal del artista en Pittsburgh o su estudio en Nueva York.
En la planta de abajo podrás además echar un vistazo a la tienda de souvenirs, tomarte algo en el café Warhol o adentrarte en la librería.